Ángela Vidal ha sido el personaje por el que Manuela recibió un Goya a la Mejor Actriz Revelación, desbancando otras actuaciones formidables como la de Nadia de Santiago en las 13 Rosas. La pregunta del millón es: ¿de verdad se merecía ese premio?
En nuestra nueva sección: "Crítica constructiva" comentaremos la actuación de Manuela Velasco en sus distintos trabajos como actriz, y comenzaremos, como no podía ser de otra manera, con la mítica película REC, creada y dirigida por Jaume Balagueró y Paco Plaza.
La cinta se puede dividir claramente en dos partes (aunque podría ser desmenuzada en tramos más pequeños): la entrevista en el parque de bomberos y la historia que se desarrolla en el interior del edificio de La Rambla. En la primera parte, vemos a Manuela Velasco bordando el papel de forma perfecta; sabemos que tiene experiencia presentando programas y se le nota. No realiza la típica labor de periodista insensible, sino que su transparencia muestra los distintos estados de ánimo por los que va pasando la presentadora (como la diversión o el aburrimiento). También cabe destacar que esta parte de la película no debería de haber resultado complicada para Manuela, dada su ya mencionada experiencia.
La segunda parte (y la más larga) es donde muestra Manuela su verdadera capacidad de interpretación. En la escena en la que la señora Izquierdo muerde al policía, podemos ver una Ángela Vidal aterrorizada, y es la verdadera transición entre la primera parte de la película y la segunda. En cuanto vuelven todos al portal y se encuentran encerrados, se nota un salto muy grande del susto a la completa desesperación. Hay que subrayar un tema que salta bastante a la vista, y es el contraste que hace el personaje de Ángela Vidal con todos los demás vecinos, bomberos y policías. Y es que en esta escena, la periodista se encuentra más exasperada que cualquiera de los presentes. Grita, golpea, se enfada. El único que quizás se aproxima a ese estado anímico es el bombero Manu. Sin embargo, en el momento en el que "explota" realmente es cuando el policía golpea la cámara de Pablo. A pesar de considerar el posible fuerte carácter del personaje y su extrema vocación por el periodismo y contar lo que está ocurriendo, este punto en concreto de la película me parece sobreactuado (por parte de Manuela).
Y como digo una cosa digo la otra. La expresión de estupefacción y estado de shock que tiene Ángela cuando el policía dispara, más tarde, a la señora Izquierdo, transmite al espectador la misma sensación. La periodista se está recuperando de un susto horrible, y nosotros también. Una buena actuación siempre tiene que llevar al espectador a las mismas sensaciones que tiene el personaje; es por eso por lo que lloramos con películas tristes (unos más, otros menos). Y Manuela sabe cómo conseguir eso.
En ese momento, también, se deja ver otro arranque de rabia por parte de Ángela, y es cuando le grita al cámara que le deje ver la cinta que había grabado previamente. Esto puede significar, de nuevo, dos cosas: que se quiere subrayar una vez más ese carácter del personaje, o es otra muestra de sobreactuación por parte de la actriz. Y es que estos pequeños matices resaltan enormemente porque, cuando vemos a Ángela fuera de una situación de estrés como pueden ser cualquiera de las anteriores, se muestra bastante tranquila. Y es que, tal vez, la transición de ese estado de serenidad a la irritabilidad es demasiado brusco.
Cuando llegan por primera vez al el taller textil, se ve nuevamente a una periodista encolerizada, pero esta vez el estado cambia progresivamente, es decir, el cambio no es tan brusco como en las dos ocasiones anteriores. Entonces quedaría claro el fuerte temperamento de Ángela Vidal, que no es ninguna santa precisamente. Quizás, al estar la película rodada cronológicamente, Manuela se siente ya más cómoda con el papel y la situación, y no obedece solo a las órdenes de Jaume y Paco de "en tal escena te tienes que enfadar", sino que esos sentimientos afloran de forma natural con el personaje.
A partir de este punto en concreto (incluido), personalmente, la actuación de Manuela Velasco me gusta mucho más y me parece más acertada y coherente con la situación hasta el punto de llegar a ser brillante. Una vez más, logra transmitir la sensación de agobio y desesperación que produce estar encerrada con un montón de muertos vivientes, y viendo que cada vez queda menos gente "viva". La guinda de su actuación fue la última escena, que en mi opinión es perfecta. La interpretación está bien pulida y los sentimientos a flor de piel. Nadie podría haberlo hecho mejor.
Y ahora volvemos a la pregunta inicial: ¿el Goya ganado por Manuela Velasco fue realmente merecido? No puedo opinar al cien por cien sobre el asunto, porque las únicas actuaciones que vi fueron la de la ya mencionada Nadia de Santiago y la de Manuela, pero creo que, a pesar de esos pequeños "fallos" (si se quiere llamar así) puntuales que quizás pudo tener Manuela Velasco en REC, hizo un trabajo excelente. ¿Le hubiera dado yo ese Goya a Manuela? Pues sinceramente sí. Creo que la chica se lo curró durante muchos años, y el papel protagonista de REC fue la joya perfecta para darse a conocer. Manuela supo no desaprovechar la oportunidad y dio lo mejor de sí. El resultado fue impecable.
la verdad fue una peli EXCELENTE ya tengo ansias de ver la 2 como trabajo no la e podido ver
ResponderEliminarpero mis cuates me dicen que esta EXCELENTE igual que la primera y manuela seve muy bonita como reportera ala peli le saco un 10 osea nada que ver con cuarentena cuarentena es un asco d peli saludos a manuela
Sale guapa Manuela Velasco.
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