Con motivo del estreno de la obra de teatro "Todos Eran Mis Hijos", dos de los protagonistas han ido este lunes al programa de Cuatro "El Hormiguero" para hablar del tema y disfrutar con el Hombre de Negro, el "graciosísimo" Jandro y la estupenda Silvia Abril.
Los primeros minutos, como es costumbre, los dedicaron a entrevistar a Manuela y a Fran sobre la obra de teatro. Entre chiste y chiste comenzaron los nervios de Manuela antes de aparecer en escena, y la habilidad que tienen los actores para llorar por propia voluntad. Trancas y Barrancas esta vez trajeron mi sección favorita del programa: Tonterías del Facebook. Entre ellas destaca la página "Yo también he pegado una vuelta a todos los canales de la TDT, y al acabar he vuelto a empezar", que efectivamente no existe, pero (al haberse sentido tremendamente identificada con ella) Manuela anunció con hacerla algún día de estos. Mi favorita (y que tampoco existe, por cierto): "La asociación de mareados pedimos que REC 3 sea con cámara fija y en color".
Al acabar la corta entrevista (demasiado, para mi gusto, y muy rellenada con chistes malos), salió el Hombre de Negro, que nos prometió deleitarnos con una pieza de arte. Esta pieza consistía en una especie de "vestido" hecho con tubitos de plástico trasparente, por donde debería pasar pintura de varios colores para que, cuando se iluminase, formase un efecto agradable a la vista. Para ello no podían dejar el vestido ahí solo en el pibote, sino que Manuela se vio obligada a meterse dentro para que el traje se viera más bonito. Aunque pareció entusiasmarle bastante la idea, después de los casi diez minutos que duró el experimento, parecía haberse cansado un poco. Sin embargo, e inexplicablemente, conservaba su imborrable sonrisa. Cabe destacar que el resultado del experimento no fue nada parecido a lo que yo considero "arte". Para más imágenes entrad en la web del hormiguero.
Luego llegó Silvia Abril, una excelente actriz y la guinda del programa, que nos traía la receta de unos donuts de paraguaya que tenían una pinta para chuparse los dedos. El momento del programa lo marcó Manuela, quien dijo con inocencia "Lo bonito es cocinar con las manos", tras observar cómo Silvia (muy inteligentemente) cogía el donuts con cubiertos. A esto le respondió la cocinera: "Sí, claro, pero no metas las manos en el aceite hirviendo", mientras la cámara enfocaba una olla con el líquido burbujeante y a punto de prenderse fuego.
Sobra decir que los chistes de Jandro no tuvieron ninguna gracia (por lo menos para mí), y que con el Hormiguero cada vez me río menos. A pesar de todo, Fran Perea y Manuela Velasco estuvieron simpatiquísimos, como siempre, y sin perder en ningún momento el buen humor.
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