Crítica constructiva: Todos eran mis hijos

"Todos eran mis hijos" es una obra de teatro de Arthur Miller que ha sido adaptada a los teatros españoles por Claudio Tolcachir, y entre sus protagonistas encontramos a Annie, interpretada por la actriz Manuela Velasco.

Hace ya bastantes semanas tuve la gran suerte de poder asistir al estreno de la obra en el Teatro Español de Madrid con unos amigos, pero no fue hasta ahora que me decidí hacer una crítica. Nuevamente dejo a un lado la calidad de la obra, para centrarme en la actuación de Manuela.

El papel en sí tiene una extensión considerable; si bien no es el más largo, se encuentra dentro de los protagonistas de la obra. De hecho, la historia está bastante centrada en el personaje de Annie. Teniendo en cuenta que había sido su primera actuación en las tablas, debo decir que me sorprendió muchísimo su naturalidad. No dejaba ver ningún tipo de nervios o inseguridades, y simplemente se centraba en la interpretación, sin dejar entrever ningún tipo de emoción que la pudiera invadir a ella (como actriz) en ese momento.

En el escenario, Manuela desprende una frescura inusual, que te saca un poco del típico ambiente de posguerra que se respira durante toda la representación. Annie quizás pueda recordar a Ana (personaje que interpretó Manuela en "La chica de ayer"), no solo por el nombre, sino por su personalidad de mujer liberal. A pesar de ello, Manuela consigue que no se parezcan en nada, cambiando incluso su forma de hablar y de expresarse. Así, la actriz consigue adaptarse perfectamente a la época y circunstancias en las que se desarrolla la obra.

Si bien creo que este no fue su mejor papel, hizo un trabajo excelente. Como siempre, consiguió transmitir perfectamente tanto felicidad como tristeza, hasta el punto de poder hacer reír y llorar al público a la vez. Se nota mucho que Manuela está cómoda con el papel y entiende bien a Annie, algo fundamental para que la interpretación quede impecable.

Mis más sinceras felicidades para Manuela, que debutó por la puerta grande en las tablas de Madrid. Espero verla en más obras de teatro a partir de ahora, porque la verdad es que lo hace genial.