"La Nueva España", de Gijón, ha publicado hoy una crítica sobre la obra teatral que protagoniza Manuela Velasco: "Todos eran mis hijos"
Había otras ofertas en la ciudad en la cruda noche del sábado, pero aun así se llenó por completo el teatro Jovellanos ante la puesta en escena de una de las obras más sobresalientes de Arthur Miller, «Todos eran mis hijos».
Casi dos horas de representación, sin descanso, logran mantener un ritmo vivo. Incluso al llegar al borde del barranco, se precipita el final, como debe ser, sin dilaciones. Magnífica la interpretación de Carlos Hipólito en el papel del patriarca Keller. Muy bien Manuela Velasco encarnando a la novia del soldado desaparecido, una pieza clave en desenmascarar la realidad; es guapa, esbelta, alegre y expresiva. Su nueva pareja es Chris Keller, el hermano superviviente, al que da vida Fran Perea, quizás excesivamente afectado, le sobraban gestos y teatralidad. El resto del reparto, hasta nueve actores, bien.
La crítica completa la podéis ver aquí.
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